viernes, 16 de mayo de 2014

¿Trabajas desde casa? 8 consejos para mejorar tu jornada.



¿Te ha ocurrido alguna vez que al llegar al final del día tienes la sensación de no haber avanzado demasiado? ¿Te distraes a menudo y no eres realmente productivo en casa? O peor aún, no avanzas como quisieras y sin embargo no paras de trabajar. De hecho, ha llegado un punto en el que te es imposible separar la vida personal de la profesional y eso te produce estrés. Si te identificas con alguno de estos casos, quizá estos consejos puedan ayudarte.
Si trabajas desde casa o estás planteándote hacerlo, seguro que conoces las ventajas que esto te puede proporcionar. La principal es sin duda la flexibilidad. Flexibilidad de horarios, flexibilidad a la hora de elegir tu espacio de trabajo, flexibilidad a la hora de elegir tu vestimenta, etc. Lo cierto es que hay muchísimas ventajas, de las que quizá hablaremos en otra ocasión, pero hoy me gustaría que no nos olvidáramos de los inconvenientes, o más bien de los peligros de trabajar desde casa.

Seguro que se te ocurren algunos además de los enumerados al inicio. Cada uno percibirá las ventajas e inconvenientes según su situación personal. En mi caso, al desarrollar varias actividades independientes en los últimos años (networker, blogger y community manager), sé muy bien lo que es trabajar desde casa. Y soy humano, lo reconozco, también sé lo que es caer en los peligros de las comodidades… Pero no quiero debatir lo bueno y lo malo de trabajar desde casa, porque desde mi punto de vista está muy claro que se trata de una alternativa cada vez más frecuente y necesaria para conciliar la vida profesional y personal además de para afrontar la nueva situación económico-laboral. Lo que sí quiero es compartir con vosotros algunos consejos que he leído recientemente en la revista Success From Home y que os traduzco con mis humildes aportaciones.

1. Apúntalo la noche antes:
No te engañes, si no apuntas las cosas que tienes que hacer, alguna se te acabará olvidando. Una de las cosas que llevo haciendo desde hace años, es apuntar por la noche las cosas que tengo que hacer al día siguiente. Y eso me aporta varias ventajas. No solo no se me olvida ninguna tarea o cita, sino que me ayuda a descansar por la noche. Sí, así es, el hecho de no tener que memorizar las cosas pendientes y saber que al despertar las podré consultar, hace que me vaya a la cama con menos preocupaciones. En la revista Success, nos aconsejan que terminemos todas las tareas que nos hemos propuesto para el día, pero te aseguro por experiencia que no siempre te dará tiempo, así que lo que te aconsejo es que esa misma noche o por la mañana antes de empezar, señales aquellas que tienen mayor prioridad para asegurarte de que esas sí quedarán hechas cuando cierres tu “oficina”.

2. Viste de forma apropiada:
Reconozco que esto no siempre lo hago. Es demasiado cómodo trabajar en chandal o con ropa bien cómoda, de esa que nunca nos pondríamos en una reunión de trabajo… Pero también es cierto que si has probado de las dos formas, habrás comprobado que eres mucho más productivo cuando vistes algo más formal, aunque estés en casa. Te aseguro que tu actitud no es la misma al hacer o recibir una llamada de negocios vistiendo bien que con el pijama puesto. Así que personalmente me propongo mejorar este aspecto. (Y ahora estoy imaginando a algunos de mis socios llamándome al videoteléfono para comprobarlo… ¡Estaré preparado!)

3. Diferencia “oficina” y “casa”:
No tanto a nivel de espacios (que también) ya que esto es más fácil de establecer, sino más bien a nivel de concentración. Trabajando desde casa es demasiado fácil caer en la tentación de echarnos en la cama después de una llamada de teléfono. Pero estas distracciones restan mucha productividad. Sarah Blaskovich nos recomienda que busquemos una técnica que nos haga sentir que estamos en la “oficina”, como hacer la cama antes de empezar la jornada o ponernos zapatos, de modo que para relajarnos, tengamos que deshacer o quitar eso y quizá nos evite distraernos de más y nos mantenga concentrados hasta que sea hora de volver a “casa”.

4. Aprovecha el espacio:
La ventaja de trabajar en casa es que puedes poner tu despacho en el lugar que quieras. Y eso no es incompatible con caminar mientras haces una llamada. Puedes hacerlo por toda la casa, por el balcón o terraza si la tienes y si tienes suerte de tener jardín, aún mejor. Eso sí, asegúrate de que esto no te distraiga y cuando termine la llamada, vuelve al despacho a por la siguiente tarea.

5. Haz pequeños descansos:
Si no desconectas de vez en cuando, acabarás saturándote y eso te resta productividad. Los descansos pueden ser pasear al perro, regar las plantas, dar un pequeño paseo alrededor de la casa o hacer alguna tarea del hogar que te levante la vista del ordenador por unos minutos. Eso te refrescará y te ayudará a volver más concentrado.

6. Deja que entre la luz:
Si no puedes trabajar en el exterior o prefieres estar dentro de la casa porque te resulta más cómodo y más productivo, ten en cuenta dos cosas: la luz y el aire. Busca un lugar bien iluminado y si es posible, abre las ventanas para que se mantenga ventilado. El sol nos provee de vitamina D y desencadena la liberación de serotonina, una hormona que nos ayuda a reducir el estrés.

7. Deja de trabajar cuando sea el momento:
Ponte una meta o un horario para cuando sea el momento de terminar la jornada. Y aprovecha el tiempo que queda del día para hacer las cosas que quieres hacer y en las que has pensado mientras trabajabas. Pasar tiempo con la familia, relajarte en el sofá o cualquier cosa que te guste hacer. Eso te ayudará a trabajar mejor al día siguiente.

8. Reflexiona:
Piensa acerca de como ha ido el día y lo que deseas de tu carrera. ¿Qué puedes mejorar mañana para tener más éxito? Escribe tus ideas o coméntalas con un compañero o tu pareja. Y antes de ir a la cama piensa en lo que está por venir y en lo que quieres lograr. ¡Volvemos al Nº1!

Y personalmente, añadiría un último consejo. Pide ayuda a tu familia. Si tienes hijos, vives con hermanos menores o con padres que no terminan de entender que cuando estás frente al ordenador o al teléfono estás trabajando, tal vez debas explicárselo y pedirles que respeten cierto espacio y horario para no interrumpir tu concentración. Si no lo haces o no lo entienden…, estás perdido, porque te interrumpirán constantemente con cosas que para ellos son importantes pero que a ti te restan productividad.

Por último, me gustaría conocer tu situación y si estos consejos te resultan útiles, si ya aplicas algunos de ellos o si vas a empezar a hacerlo ahora que los conoces. Cuéntanoslo en los comentarios para que entre todos podamos mejorar nuestro modo de trabajar desde casa.

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