Fidelizar es una ardua tarea, está claro. Por mucho trabajo que se invierta en Marketing, muy pocos esfuerzos reciben recompensa. Lo importante no es otra cosa que mantener un nivel alto de satisfacción en nuestro equipo para que no quieran marcharse de nuestro lado. Y esto se puede conseguir de una manera más sencilla siguiendo estas cuatro directrices.
El factor sorpresa
Es importante llegar a nuestros contactos con la mayor antelación posible, pero no solo eso. El contacto debe tener una idea clara de cuándo y qué esperar; hay que hacer que el equipo se acostumbre a nuestra manera de hacer las cosas y se sienta cómodo con ella.
Lo más fiable es ser amable
No es solo un ripio, siempre es buena idea propiciar una buena relación con nuestro equipo, sea tanto con el buen trato que nos debe caracterizar como con detalles tipo, por ejemplo, felicitar las fechas señaladas de nuestros compañeros o hacerles obsequios. Las sensaciones que cosas tan simples como estas causan en ellos enamoran por sí mismas.
Empléate en conocer a tus compañeros de equipo
Conocelos. Entiende sus preocupaciones y sus anhelos. No es cuestión de meternos hasta su cocina, pero interésante por comprender lo que ellos quieren que comprendas (aunque no te lo digan). En nuestras manos está la solución que ellos buscan, así que sepamos dársela.
¿Es que nadie va a pensar en el feedback?
Por último, ¿qué mejor forma de conocer nuestro equipo que preguntándole? Seguro que nos aportan ideas, sugerencias, nos hablan de cuán satisfechos están con nuestra empresa... si les escuchamos. Si ponemos en práctica aunque sea una fracción de todas esas ideas, estaremos adaptando nuestro negocio al público y, tengamoslo claro, eso es sinónimo de triunfo.
En conclusión, implementando estas pequeñas estrategias la ardua tarea de fidelizar se acercará a nuestras posibilidades, así que, ya sabes, empieza hoy mismo. Seguro que pronto los resultados se tornan muy favorables...
