lunes, 31 de agosto de 2015

7 trucos para regresar renovado de las vacaciones


Cómo disfrutar de tu tiempo de descanso y volver motivado al trabajo
Con septiembre ya está aquí, muchos trabajadores todavía están de vacaciones. Otros están aprovechando estos últimos días para recargar las pilas antes de regresar a sus negocios y respectivos puestos de trabajo. Pero, ¿crees que volverás a casa completamente relajado?
Aquí tienes 7 trucos que te serán de gran utilidad para regresar renovado de las vacaciones.
1. Olvídate de móviles y ordenadores
Son uno auténtico obstáculo para desconectar del trabajo. Ya sabemos que los freelance nunca pueden/saben relajarse del todo, pero trata de avisar claramente a todos tus clientes del período en el que estarás de vacaciones. De este modo, podrás disfrutar con más tranquilidad de tu tiempo de descanso y no tendrás que estar pendiente en todo momento del ordenador y del teléfono móvil.
2. Practica algún tipo de ejercicio físico
No hace falta que sobrecargues tu cuerpo con excursiones interminables. Nada más lejos de la realidad. Lo que te recomendaríamos en este caso es que disfrutes de los paseos, tanto si son a pie como en bicicleta, y aproveches esos pequeños momentos de actividad física para disfrutar del paisaje, de las vistas y de ti mismo…
3. Prueba con la meditación
Existen ejercicios de meditación que son realmente sencillos. No hay que saberse mil posturas de yoga. Puedes probar centrando tus pensamientos o simplemente imaginando lugares agradables. Si no sabes por dónde empezar, puedes descargar alguna aplicación para el móvil con ejercicios prácticos que te ayudarán.
4. Disfruta de la tranquilidad y descansa
En verano es muy normal acostarse tarde y disfrutar de las salidas nocturnas con mucha intensidad. Más de lo que sería habitual en otros períodos del año. Nuestra recomendación es que, en la medida de lo posible, trates de respetar los horarios y descanses todas las horas que puedas por la noche, evitando alargar las siestas diurnas en exceso.
5. Conecta con tus aficiones
La mayoría de freelance terminan sus jornadas de trabajo agotados. Cuando llegan a casa apenas tienen tiempo de cenar, estar unos minutos con los suyos o distraerse un poco viendo la televisión. De este modo, no sería extraño que tú también hubieras dejado abandonadas las aficiones con las que antes disfrutabas. ¡Prueba a recuperarlas en vacaciones! Estamos seguros de que te proporcionarán grandes satisfacciones.
6. Recupera la lectura
¿Has dejado de leer porque ya no tienes tiempo y estás demasiado cansado para recuperar las lecturas que tienes pendientes en la mesilla de noche? Quizá puedas aprovechar las vacaciones para leer aquellos títulos que estabas deseando leer. La lectura te proporcionará grandes placeres y te ayudará a mejorar tus conexiones cerebrales.
7. Ponte metas
Y terminamos con un consejo que no puedes pasar por alto. Después de relajarte, descansar y hacer tus actividades favoritas, deberías dedicar una porción de tu tiempo a ponerte metas para regresar motivado a tu trabajo. Tener claros tus objetivos resulta inspirador y a la vez, nos ayuda a recuperar las rutinas de mejor humor.
¿Y tú, cómo lo haces para regresar optimista de las vacaciones?

jueves, 27 de agosto de 2015

Cómo presentar tu business plan en 15 minutos


De tu capacidad de persuasión y brevedad depende el futuro de tu proyecto o negocio cuando estás delante de un inversor potencial...

Calienta a la audiencia

Arranca con una anécdota, un comentario, algo que haya en el despacho, una noticia, una película o similar, que te permita enlazar con tu negocio, puede ser muy efectivo para acercar posturas. Por ejemplo, imagina que vas a presentar un plan de negocio de la empresa de apoyo a la externalización. Cuando entras en el despacho tu interlocutor está manejando su smartphone, puedes entonces empezar con este planteamiento: “¿Qué tipo de aplicaciones utiliza?
Otra opción es buscar una anécdota cotidiana, que nos permita enlazar con nuestro proyecto del tipo: “ Ayer estaba con mi hijo y le comenté que hoy tenía una reunión muy importante con unos señores que podían decidir sobre el proyecto y él me comentó...”. Es decir, búscate conexiones que te permitan romper el hielo y enlazar con tu proyecto. Y a partir de ese arranque, plantea una declaración de intenciones explicando los tres o cinco puntos que vas a contar. Esta fase durará unos tres minutos.

Formula preguntas y escucha las respuestas

Formula preguntas abiertas y establece una escucha activa para extraer el máximo de información de las respuestas que te den. Puedes preguntar: “¿Qué es lo que buscan en un plan de negocio para apoyarlo? “. También del estilo: “¿Cómo son los negocios que suelen apoyar?” “¿Qué rasgos cree que debe tener un plan de negocio para que despierte su interés?”. Sus respuestas nos ayudarán a saber dónde debemos poner el énfasis.

Cuenta una historia

En función de las respuestas arrancarás tu argumentación. Los expertos coinciden en que si tienes poco tiempo, tienes que plantearlo como una historia y tu plan de negocio como si fuese un cuento: hay un conflicto y tu propones las estrategias para solucionar ese conflicto, para alcanzar ese objetivo (satisfacer una necesidad insatisfecha en el mercado con un producto por el que los clientes están dispuestos a pagar). O como el efecto 'Club de la Comedia', es decir, enlazando tu idea o plan de negocio con situaciones visibles, e identificables por nuestro interlocutor. Tratar de encajar cosas muy técnicas con implantaciones reales.

De forma concisa y siempre en presente

Es importante utilizar los verbos en presente, porque el pasado no interesa y el futuro se ve como algo lejano. Y mejor la primera persona del plural, nosotros, que la del singular, yo.
El estilo debe de ser sencillo, que lo entienda todo el mundo. Para las ideas importantes, utiliza la estructura sujeto + verbo + predicado, nunca más de 17 palabras y mejor frases que no duren más de 20 segundos. Y en el resto de tu oratoria opta por las expresiones más cortas y sencillas. Evita los tópicos, las frases hechas y las expresiones que puedan revelar cierta soberbia.

Justifica todas tus cifras

Es bueno apoyar nuestras afirmaciones con números o cifras, pero éstas siempre deben de estar extraídas de algún estudio o estadística que ha de nombrarse, y mejor si podemos mencionar las fuentes para evitar que nos contrargumenten. Y si has de presentar la cifras físicamente, recurre mejor a un gráfico que una tabla, y dentro de los primeros, elige los modelos de barras o volúmenes que los histogramas.

Relativiza tus expectativas

Al igual que el reconocimiento de las debilidades refleja madurez y solvencia, la ponderación en las expectativas económicas demuestran mentalidad gerencial. Que sean realistas, con plazos también verosímiles y, preferiblemente, dibuja el peor escenario posible. Lo mejor es, demostrar una prudencia positiva. Siendo prudente con los gastos y los costes, y hay que argumentar bien por qué se añaden.

No escondas tus debilidades

Es importante que a la hora de presentar el plan, hayas analizado muy bien cuáles son tus debilidades y de qué manera piensas solucionarlas. En este sentido, también es importante que identifiques otras posibles propuestas similares y cómo han afrontado la idea que tú propones. Y por supuesto, nunca está de más revelar tu plan B.

Desarrolla la estrategia-elemento

Tienes que lanzar el mensaje de que el tipo de proyecto que estás presentando es perfecto para ti y que tu eres perfecto para el. También es el momento de la presentación del equipo, enfatizando la idoneidad del mismo para llevarlo a cabo. Y si cuentas con algún socio estratégico importante es bueno mencionarlo, tanto si es una persona individual como una empresa. En este punto habremos consumido ya nuestros 15 minutos, pero ahora nos queda todavía el margen de las preguntas y el cierre.

Rebate las objeciones

Una buena forma de descubrir las posibles grietas de tu plan es hacer un role play (ponerse en el lugar de...) con alguien que haga de abogado del diablo. Y en función del temor que hayas detectado, deberás de poner énfasis en determinados argumentos. Si aparece alguna objeción será un síntoma de que no nos hemos preparado bien.

Cierra la presentación

Da las gracias por el tiempo robado a tus interlocutores y elabora un microresumen remarcando los cinco síes por los que tienen que darnos su apoyo, apóyate en el dossier escrito, y ofrécete a resolver cualquier duda que pueda haber quedado en la presentación.

lunes, 24 de agosto de 2015

Cómo cotizar a la Seguridad Social si se es autónomo eventual

Las cooperativas permiten pagar por días trabajados y en el régimen general
  • Existen dos modelos de entidades: de trabajo asociado y de impulso empresarial
  • Ambas figuras cuentan con reconocimiento en la legislación laboral española

Hay muchos trabajadores que con la actual coyuntural laboral se sienten tentados por la idea de ser su propio jefe. Son muchos también los abocados al empleo por cuenta propia al ser la única opción en su sector.Cuando no se cuenta con una abultada cartera de clientes, una de las principales preocupaciones es cómo hacer frente a la cuota de autónomo, el IRPF y el IVA.

Si se descarta la opción B, la del mercado negro, hay una alternativa que se adapta a las necesidades de aquellos autónomos con ingresos esporádicos. Se trata de las cooperativas de trabajo asociado o de impulso empresarial.
Ambas figuras, reconocidas por la legislación laboral, ofrecen la posibilidad de cotizar a la Seguridad Social en el régimen general solo por los días efectivamente trabajados. El socio cooperativista puede acceder a la prestación por desempleo, así como al resto de derechos sociales (cobertura sanitaria, pensiones, entre otros).
No son solo una opción frente a la cuota de autónomos y ni mucho menos una forma de pagar menos a la Seguridad Social, insiste en aclarar Fermín Arias García Chica, fundador de Freelance, una de las pioneras en España.
Estas entidades pueden definirse como un “paraguas” que proporciona la cobertura legal y fiscal necesaria para determinados profesionales. Por ello, además de la gestión de las facturas, ofrecen otros servicios como la asesoría legal, la formación o el acceso a microcréditos.
¿Qué son?
Existen dos modalidades de cooperativas: las de trabajo asociado y las de impulso empresarial. Ambas proporcionan de forma casi similar a sus socios la posibilidad de facturar de manera legal y cumplir con todas las obligaciones tributarias y sociales.
El Ministerio de Empleo señala que las primeras tienen “por objeto proporcionar a sus socios puestos de trabajo, mediante su esfuerzo personal y directo, a tiempo parcial o completo, a través de la organización en común de la producción de bienes o servicios para terceros.”
En líneas generales, éstas entidades se conciben comoprestadoras de un servicio que reduce costes a los socios y les simplifican los trámites burocráticos. Así, por ejemplo, no intervienen en las condiciones del servicio pactado entre el profesional y su cliente, explican.
La gran diferencia con las segundas reside en su filosofía. Las cooperativas de impulso empresarial se reivindican como parte de una economía social, que busca “representar a los colectivos profesionales y defender sus intereses”, cuenta, por correo electrónico, José Luis Anguita Yanguas, del departamento comercial y marketing de Inpulse, entidad afincada en Granada.
Su nacimiento aparece ligado al trabajo de diversas entidades andaluzas. En 2011, éstas conocieron la experiencia de lacooperativa de gestión cultural Smart en Bélgica. Ésta agrupa a más de 50.000 socios y es interlocutora del Ministerio de Cultura de este país a la hora de diseñar las políticas culturales. Las organizaciones andaluzas investigaron cómo replicar la experiencia en España. No les convenció ninguna de las categorías ya existentes.
“Pensamos que para que fuese totalmente legal, la figura debía ser lo más parecida posible a las cooperativas de actividad y empleo de Francia”, explica Mapi López, gestora de proyectos de la filial española de Smart. Para ello, consiguieron cambiar la legislación andaluza e incluir a las cooperativas de impulso empresarial como una subcategoría propia bajo la siguiente definición: “las que tienen como objeto social prioritario canalizar, en el ámbito de su organización, la iniciativa emprendedora de sus socios y socias, mediante la orientación profesional, la provisión de habilidades empresariales precisas… o la prestación de determinados servicios comunes a las personas socias”.
Tanto las primeras como las segundas se someten a las diferentes leyes sobre sociedades cooperativas vigentes en las comunidades autónomas y a la legislación estatal.
¿Cómo funcionan?
El modus operandi es similar en la mayoría de ellas. Lo primero es evidente: hacerse socio. Para ello, hay que aportar un capital social inicial que va desde los 30 a los 150 euros. Esta cantidad será devuelta en el momento en el que se decida abandonar la entidad. Además, ha de firmarse el contrato de adhesión a la cooperativa.
En aquellas como Smartib, que incluyen otros servicios, exigen además recibir una formación en prevención de riesgos laborales, cumplimentar un documento con la toma de datos del puesto de trabajo y otro sobre vigilancia de la salud, entre otros trámites. Una vez realizados estos formalismos ya se es socio de la cooperativa. Hay, sin embargo, que solicitar altas y bajas cada vez que se realiza un trabajo.
En líneas generales, en el momento de ir a realizar un trabajo, el socio ha de informar a la cooperativa. Esta redacta y firma el contrato de servicios prestados con la empresa contratante. También, se encarga de dar de alta en la Seguridad Social por los días correspondientes.
Una vez terminado el servicio, la cooperativa formaliza la baja. A continuación, emite la factura, que puede ser enviada directamente al cliente o al cooperativista para que éste se la entregue.
Otra opción que se utiliza, a veces, es hacer estos trámites a posteriori. Es decir, una vez que se ha llevado a cabo el encargo del cliente. En este caso, el número de días de alta en la Seguridad Social se calculan en base al monto acordado. Cada 210 euros de facturación corresponden a un día de cotización, a 11,30 euros por día.
El CIF que aparecerá en la factura es siempre el de la cooperativa y será en la cuenta de ésta donde el contratante ingrese el pago. Luego, la sociedad será la encargada de transferir el dinero al socio. Aquellas entidades que cuentan con un fondo de garantía salarial adelantan el monto a cobrar, aunque no hayan recibido aún el dinero.
¿Qué gastos conlleva?
Además del capital social inicial, en algunas cooperativas existe una cuota mensual. Eso sí, solo deberá pagarse durante aquellos meses en los que se factura. Además, algunas de estas entidades aplican un porcentaje por gastos de gestión en cada factura. Este oscila entre el 4% y el 6%. Existe otro pago: el impuesto de sociedades, un 10%, que se devuelve al socio al acabar el ejercicio fiscal.
A esto hay sumarle el IVA correspondiente a la actividad realizada. Algunas como aquellas cuya contraprestación consiste en derechos de autor (escritores, artistas plásticos y colabores gráficos y literarios, entre otros) están exentas del pago de este impuesto. Por último, ha de descontarse el IRPF. La mayoría de las entidades aplican un 2% inicial, adaptable a las necesidades del cooperativista.
¿A quiénes se dirigen?
A cualquier profesional no asalariado que desarrolle productos o servicios técnicos para otros. La mayoría de ellas están especializadas, sin embargo, en el ámbito de la cultura, la educación y la comunicación, así como las nuevas actividades vinculadas a internet. Tal vez porque este sea uno de los sectores en los más se ha generalizado la figura del freelance.
Asimismo, pueden beneficiarse de esta opción los trabajadores por cuenta ajena que quieran desarrollar sus propios proyectos profesionales al margen de su empresa.
No es, sin embargo, una fórmula indicada para quienes realizan una actividad comercial o quienes soportan en su trabajo costes proporcionalmente elevados como materias primas, energía, o el alquiler de un local.
Además, son compatibles con el cobro de la prestación por desempleo, al cotizar en el régimen general de la Seguridad Social. Aquella persona que esté cobrando el paro solo tendrá que suspenderlo los días en los que sea dada de alta para desarrollar un trabajo concreto y volver a reactivarlo después. Aunque no existe un límite de ingresos para ser miembro de una de estas cooperativas, por encima de unos 14.000-15.000 euros anuales de facturación al socio le resulta, en general, más rentable realizar su actividad como empresario o profesional autónomo.

Algunas iniciativas


  • Año de creación: 2009
  • Localización: Madrid
  • Régimen: trabajo asociado
  • Sector: profesionales del marketing, la comunicación, la traducción, la programación, el diseño, las relaciones públicas y la creatividad.
  • Socios: 750.
  • Capital social inicial: 80 euros
  • Cuota mensual: no tiene.
  • Gastos de gestión: 6% de cada factura.
  • Otros servicios: asesoría, formación y envío de ofertas laborales a los socios.
  • Año de creación: 2014
  • Localización: Comunidad Valenciana.
  • Régimen: trabajo asociado.
  • Sector: profesores, traductores, diseñadores y técnicos audiovisuales, informáticos, músicos, consultores, etc.
  • Socios: algo más de 50.
  • Capital social inicial: 80 euros.
  • Cuota mensual: dos euros, el mes que el socio tiene actividad.
  • Gastos de gestión: 6% de cada factura.
  • Otros servicios: asesoría legal y de gestión.

  • Año de creación: 2005
  • Localización: Madrid
  • Régimen: trabajo asociado.
  • Sector: actividades del mundo audiovisual, la comunicación, el periodismo, la fotografía y el diseño.
  • Socios: 2.600
  • Capital social inicial: 80 euros
  • Cuota mensual: 6 euros, el mes que el socio tiene actividad.
  • Gastos de gestión: 6% de cada factura.
  • Otros servicios: apoyo legal, asesoramiento económico y contacto con empresa que necesitan trabajadores por cuenta propia.

  • Año de creación: 2013
  • Localización: Sevilla
  • Régimen: impulso empresarial
  • Sector: profesionales de la comunicación.
  • Socios: 137.
  • Capital social inicial: 50 euros. Puede pagarse en dos plazo en un máximo de tres años.
  • Cuota mensual: ha de pagarse la cuota anual de la asociación SPB-Comunicadores (entre 12 y 36 euros).
  • Gastos de gestión: 4% de la factura más otro 4% que repercute en la cooperativa.
  • Otros servicios: cuenta corporativa de correo electrónico; posibilidad de postularse a ofertas de empleo, subvenciones, etcétera, con la persona jurídica de la cooperativa; impartir o recibir cursos de formación; y el apoyo y seguimiento de proyectos de emprendimiento.

  • Año de creación: 2013
  • Localización: Comunidad Valenciana.
  • Régimen: trabajo asociado
  • Sector: músicos, fotógrafos, periodistas, audiovisuales, profesionales del mundo online.
  • Socios: 900.
  • Capital social inicial: 30 euros
  • Cuota mensual: no tiene.
  • Gastos de gestión: 4% de cada factura más un euro por cada tramite realizado.
  • Otros servicios: asesoría legal y de gestión.

  • Año de creación: 2013
  • Localización: Granada
  • Régimen: impulso empresarial
  • Sector: artistas, docentes, personal técnico y auxiliar dedicados a la música, el flamenco, la danza, el teatro, el patrimonio cultural, el turismo, el diseño, etcétera.
  • Socios: 253
  • Capital social inicial: 60 euros.
  • Cuota mensual: no hay.
  • Gastos de gestión: 4% de cada factura más un 1% para el fondo de garantía.
  • Otros servicios: fondo de garantía salarial; asesoramiento técnico, financiación, contratación de seguros y medios logísticos para la organización y producción de eventos; asesoramiento para la elaboración y desarrollo de proyectos culturales; y formación profesional para el empleo.

  • Año de creación: 2013
  • Localización: Andalucía, Madrid y Barcelona
  • Régimen: impulso empresarial
  • Sector: proyectos artísticos y culturales, incluyendo ámbitos como el periodismo, la traducción, etcétera.
  • Socios: 1.200
  • Capital social inicial: 150 euros a pagar máximo en tres años.
  • Cuota mensual: no tiene
  • Gastos de gestión: 5,5% de cada factura más un 1% para el fondo de garantía.
  • Otros servicios: anticipo y gestión del cobro; supervisión de contratos y gestión laboral; asesoramiento legal; seguro de responsabilidad civil; servicio de prevención de riesgos laborales; y acceso a créditos y microcréditos blandos.


lunes, 17 de agosto de 2015

Facturar sin darme de alta en autónomos

facturar sin ser autónomo
Por Fiscadummies
Hay veces que las cosas pasan casi sin darnos cuenta. Un día tienes un bebé rollizo haciendo palmitas en su cunita y al día siguiente vuelves del trabajo y te lo encuentras en el pasillo dando carreras como un poseso detrás de un camión de bomberos. Con los multiniveles, blogs, las webs y los los hobbies a veces pasa lo mismo. Un buen día te sientas delante del ordenador y te das cuenta de que tus patucos de punto tienen su público y que cada vez tienes más seguidores, pedidos e incluso alguna marca aventurera con ganas de anunciarse. Estas cosas hacen ilusión al principio pero cuando pones los pies en el suelo te das cuenta de que es una complicación. Y gorda.
A estas alturas de la película todos sabemos de sobra que lo de vender cosas de tapadillo está feo, así que cuando te metes en la rueda de la fabricación en serie, los envíos a domicilio y ves que tu madre se convierte en dueña y señora del rollo de maleta roja, llega un momento que no duermes ni bien por la noche. ¿Y si viene  Hacienda con las rebajas? ¿Qué pasa si la Seguridad Social se une a la fiesta? ¿Qué puedo hacer yo para estar en paz con todos ellos sin dejarme los beneficios en la cuota de autónomos y la declaración del IVA? ¿Puedo emitir facturas sin estar dado de alta? ¿Vendrán un día de estos del traje verde a llevárseme mientras pataleo?
Que no cunda el pánico. Lo primero que debes tener claro es que si vendes tu producto o servicio, te conviertes en empresario, lo cual te lanza directamente a las fauces de la Agencia Tributaria. Para hacer las cosas bien, debes darte de alta en Hacienda en el epígrafe que te corresponda mediante la presentación del modelo 037. Es un modelo sencillo y que te pueden hacer gratis en Hacienda o a través de la Ventanilla Única Empresarial (VUE) más cercana.
Esto de ser empresario tiene efectos secundarios y uno de los más inmediatos es que en lo que el funcionario de ventanilla pone un mísero sello, vas tú y te conviertes en sujeto pasivo de IVA. Así, a traición. Traducido al cristiano, esto significa que a partir de ese momento cuando vendas debes emitir factura con IVA. Aunque no te parezca ni medio bien, te conviertes en una especie de recaudador de impuestos sin titulación oficial y a no ser que te puedas acoger al Régimen Especial de Recargo de Equivalencia ó tu actividad esté exenta de IVA, cada trimestre deberás presentar tus declaraciones de IVA e IRPF.
La Seguridad Social es la estrella invitada del segundo episodio de la película. No te voy a engañar, hay un montón de controversia respecto a la obligatoriedad de darse de alta como autónomo o no cuando el nivel de ingresos es bajo. Si preguntas a un funcionario de la Seguridad Social, te dirá que para ejercer una actividad empresarial o profesional, debes darte de alta en autónomos sí o sí, independientemente de la cifra de ingresos que vayas a obtener. Sin embargo, la Ley de Seguridad Social establece que hay que darse de alta en autónomos cuando se ejerza una actividad económica con habitualidad. Y como las leyes son muy puñeteras, ahí está la clave: en la habitualidad. ¿Quién sabe qué es la habitualidad? ¿¿¿Vender unos patucos al mes, al día o cada 10 minutos???
Como vivimos en un país de interpretadores y de buscadores de vacíos legales, a cuenta de esto de la “habitualidad” se ha formado tal lio de interpretaciones que al final ha tenido que venir el Tribunal Supremo de justicia a poner un poco de orden. Y lo ha hecho a lo grande: fijando un criterio objetivo que permita identificar claramente quién está obligado a darse de alta en autónomos y quién no. El criterio establecido dice que para que una actividad se considere “habitual”, los ingresos mensuales obtenidos por el empresario deben ser superiores al salario mínimo interprofesional. El importe del SMI se ha fijado en 648,60 €/mes para 2015 y ahí está la clave: si tus ingresos mensuales son inferiores a 648,60 €/mes, no estás obligado a darte de alta en la Seguridad Social como autónomo; si superas esa cifra, no queda otra que darse de alta.
Quizá no haga falta meterse en puntualizaciones, que sé que me lees porque eres un emprendedor de bien con una cierta culturilla empresarial, pero donde dice ingresos mensuales se refiere a la cifra de ingresos, no de beneficios. La regla atiende al volumen facturado, independientemente de cuáles sean los gastos en que incurras para obtener esa cifra de ingresos. Nada es perfecto.
En resumidas cuentas, si estás empezando con tu negocio y ves que va siendo hora de emitir facturas, estar en paz con la Administración y dormir bien por las noches, lo que tienes que hacer es darte de alta en Hacienda y presentar periódicamente los impuestos que te correspondan. Si tu volumen de ingresos es inferior a 648,60 €, no es obligatorio que te des de alta en autónomos. Ten en cuenta que a veces vale más prevenir que curar… hasta ahí puedo leer.

lunes, 10 de agosto de 2015

10 tipos de jefes que odiarás

JEFE
En algún momento de nuestra carrera profesional, hemos odiado a alguno de nuestros jefes. Muchos de ellos, parecen salidos de una película de miedo. Son de ese tipo de jefes que te quitan las ganas de vivir y de trabajar y de esos de los que te pones a temblar en cuanto ves un email suyo.
En jobandtalent nos presentan a esos jefes que odiarás y cómo debes actuar para pasar el mal trago lo mejor posible.

1# El perfeccionista

Para los jefes perfeccionistas, ellos tienen la razón absoluta de todo. Todo lo que haces estará mal y solo te hablará cuando la cagues en lugar de decir lo que haces bien. Piensan que las cosas solo se pueden hacer de una forma: la suya. Si quieres sobrevivir a este jefe, haz oídos sordos y contesta: Sí, mi amo. Así todo irá bien y te evitarás muchos dolores de cabeza que tendrás si empiezas a discutir con él.

2# El colega

Este es de los peores jefes. De primeras todo será buen rollo y todo bien. Te explicará lo que debes hacer y cómo lo debes hacer para que todo vaya sobre ruedas. Lo malo será cuando la líes en algo: te caerá la bronca de tu vida. Esa bronca que no te esperabas.

3# El charlatán

Cuando estás trabajando necesitas tiempo y concentración. Si eres de los que necesita aprovechar bien su tiempo, huye del jefe charlatán. Es ese tipo de personas que te dará la “chapa” de tu vida. Lo que se puede explicar en 2 minutos, él lo hará en 2 horas. Te lo explicará, lo re-explicará, te dibujará un croquis… todo para dejártelo bien claro. Eso sí, después de haber estado 2 horas explicándote lo que debes hacer, luego esperará que en 10 minutos tengas listo el trabajo de 3 días.

4# El malvado

Esos jefes a los que les encanta difundir el miedo en el equipo. Este tipo de jefes son los de la vieja escuela en la que pensaban que el miedo es el mejor factor para que el equipo sea productivo y trabaje rápido. Debemos decir que es todo lo contrario. Este tipo de jefes en lugar de provocar respeto lo que provocan es el rechazo de su equipo.

5# El explotador

La filosofía del jefe explotador. Estos jefes son adictos al trabajo, por lo que esperan de ti que tu también lo seas. ¿Vida social? ¿qué clase de lujo es ese?. La vida personal no es un factor a tener en cuenta en los trabajadores de los explotadores. Da igual que sea fin de semana que las 5 de la mañana, si él piensa que te debe llamar, te llamará. Le encanta el estrés y no le preocupa ni la salud ni el equilibrio entre la vida profesional y la personal. Buena suerte…

6# El bipolar

Buen humor, bronca, colega, te odio… los jefes bipolares son difíciles de pillar. No sabes cogerles el punto para que siempre estén de buen humor contigo. Te puede echar la bronca de tu vida, que a los 2 minutos te dirá que te quiere y qué bueno eres. Muestran al rojo vivo sus sentimientos y esperan lo mejor de ti. Es habitual que este tipo de jefes estén bajo mucha presión bien sea porque la empresa es suya o porque se jefe le mete más presión. Tómatelo con calma y respira.

7# El invisible

Es ese tipo de jefes que saca de quicio a cualquiera. Te manda un proyecto y te surge alguna duda. Le mandas un correo y la única respuesta que hay es: cri cri, cri cri… los grillos se pronuncian más que él. Están encerrados en su propia burbuja y para lo único que se comunicarán contigo es para mandarte nuevos proyectos. Esa es la única relación que mantendrás con él. Son un obstáculo para tu aprendizaje y no sabrás si haces las cosas bien o mal.

8# El confiado

Vale que confíes en tu equipo, pero tampoco hay que pasarse. Al fina y al cabo, él debe liderar el proyecto del equipo. Tan mala es la falta de confianza en el equipo como el exceso de la misma. El jefe confiado nunca hace nada y espera que cualquier problema lo solucione su equipo. Eso sí, cuando algo salga mal, la culpa será tuya y no de él.

9# El indeciso

Después de una larga reunión en la que habéis decidido encauzar un proyecto de una forma, te sentarás en tu mesa y tendrás un correo electrónico. La primera frase siempre empieza por “he pensado que…”. La reunión solo ha servido para perder tiempo porque al final ha cambiado de decisión. Con los jefes indecisos la pérdida de tiempo y los cambios de rumbo en tu trabajo estarán aseguradas.

10# Favorito

Igual que en el colegio, habrá jefes que van a demostrar su predilección por unos trabajadores que por otros, bien sea por su buen trabajo o porque le cae mejor. Ante todo, en el trabajo todos somos iguales y debemos ser tratados con ecuanimidad. A sus favoritos les dará los mejores proyectos y los mayores aplausos mientras que a los demás no les hará ni caso.

lunes, 3 de agosto de 2015

Como de estafado pasas a ser cómplice de estafa

fraude
Ese multinivel es un fraude si los hábitos de negocio de la persona que te lo presenta están enfocados a engañar a las personas para que pongan su dinero, tiempo e ilusiones diciéndoles que van a conseguir sus sueños de una manera sencilla.
Tienes que saber identificar perfectamente a la persona que ejerce el fraude y no la profesión del Marketing Multinivel.
Muchos presentan su Negocio con un fervor desmesurado e ilusión que es transmitida por unos oradores sinvergüenzas, que defenderán sus mentiras hasta el punto de que se las creen ellos mismos.
Pero cuando las respuestas no llegan, o siempre se trasladan al más adelante con falsas promesas y tu, crédulo, las trasmites a tu equipo …. ¿Te estás convirtiendo en cómplice de la estafa?
Muchas veces no sabes cuando renunciar por que te ves muy comprometido.
Has invertido dinero, tiempo,  e incluso tu imagen personal.
Crees que tu credibilidad se verá afectada, tu posición en los negocios o que tus amigos te repudiarán por el engaño.
Pero tienes que saber que si son tus amigos, la honradez en estos momentos se valora.. y mucho.
Debes saber cuando decir basta a quien te avoca al fraude, ellos no tienen escrúpulos.
Defiende a las personas que te siguieron por que creían en ti y no a quien te alienta a seguir en el engaño.
Tomate un tiempo, una distancia y espera resultados, pero advierte a tu equipo que estás ahí en la espera que todo se aclare. Y llegado el momento, buscar soluciones juntos.
No eres responsable de la estafa, ¡ Tu también eres un estafado!