La actitud, es el aroma del corazón

Algunos lo llaman ley de la atracción, otros lo llaman una confabulación cósmica, de manera más simple energía o…hasta con hablar de la presencia de los ángeles en tu vida.

Sea cual fuere la denominación hay algo claro, hay personas que son “miel” que atraen dinero y otros son auténticos “repelentes”, que como pasa con los mosquitos alejan la riqueza.
Tres luces o atisbos de solución para que esas fuerzas del universo se apiaden de ti…. Y te ayuden a progresar financieramente.

Lo primero, como está tu interior?

La actitud, es el aroma del corazón, si tu corazón está sucio, si tus intenciones son malas, si el poder de las buenas intenciones no está en tu ser… Olvídate de la riqueza… atraes aquello que das, das malos servicios, das una pobre actitud, das escasez, eso mismo llegara a tu vida.

Segundo, mas secretos para ser una vaca púrpura, mas secretos para ser alguien excepcional, mas secretos para ser alguien extraordinario? Lo siguiente…
Acumula conocimientos útiles en el área de tu interés, preocúpate por lograr resultados extraordinarios, que brillen, que beneficien a los demás…

Y tercero, se coherente, se consistente, que lo que hagas…rime con lo que digas.
Nada peor en la vida, en término de referente que uno ver a alguien que dice una cosa y en la práctica lleva acabo otra.

La ley de la atracción aplicado al tema dinero, no es mas en síntesis, que, entregarle al mundo aquello que tienes en tu corazón, ser merecedor de todas las bondades que te puede dar una buena energía, no solamente, para beneficio propio, sino de muchas personas que están esperando tu mensaje. Preocupémonos por ser, cada vez, mejores personas y al crecer como persona, crecerá nuestro ingreso.

Ya lo decía T. Harv Eker en su exitoso libro, “los secretos de la mente millonaria”, tus ingresos crecerán hasta donde tú crezcas como persona, crece como persona y no tendrás problema alguno en tu cuenta bancaria.

                                                                                                                                     Juan Diego Gómez Gómez