Levantarte de la cama, lavarte la cara, coger una taza de café y… ¡zas! Ya estás en tu ‘oficina’. Ese es el día a día de miles de freelances, emprendedores y asalariados de empresas que otorgan flexibilidad a sus empleados para trabajar desde casa. Gracias sobre todo a los avances tecnológicos, y a un importante cambio en la mentalidad empresarial, cada vez hay más españoles que trabajan desde su domicilio.
De hecho, el 66% de los trabajadores de nuestro país prefiere trabajar desde casa—o lo preferiría, si se lo permitiesen—, frente a un 23% que elige hacerlo desde la oficina.
¿Las razones? Los que se decantan por el teletrabajo destacan tener más flexibilidad y libertad a la hora de gestionar su tiempo y ser más efectivos. Además, se ahorra el tiempo que se pierde en los desplazamientos, que se puede repartir entre la actividad laboral y la vida familiar.
El 33% de los encuestados por Houzz asegura tardar unos 15 minutos en llegar a la oficina, mientras que el mismo porcentaje afirma invertir de treinta minutos a una hora en el trayecto. Sin embargo, hay quienes no lo tienen tan fácil: casi uno de cada diez confiesa tardar más de una hora.
Por su parte, los que se decantan por ir a la oficina lo hacen porque les gusta interactuar con los compañeros. También aducen que en un ambiente laboral les resulta más sencillo organizar el trabajo en común con sus compañeros, que a la vez les sirven de estímulo.
Oficina separada o improvisada
De los españoles que trabajan desde casa, un 77% dispone de un espacio diseñado y acondicionado exclusivamente para ello, un área separada —ya sea en una habitación propia o en un rincón adaptado en el salón o zona de estar— que les ayuda a rendir mejor y a separar la vida familiar de la laboral. Otro 19%, por el contrario, optan por una opción más práctica e improvisan aprovechando otros espacios de la casa como la cocina.
- Disponer de una habitación o un espacio independiente: si no se dispone de una estancia en exclusiva, es recomendable delimitar la zona de trabajo del resto de espacios interiores. Una solución sencilla es utilizar muebles que actúen como divisorio.
- Elegir una imagen asociada a la de una oficina: hay multitud de líneas de mobiliario home office, que ayudarán a otorgar un aspecto más profesional al espacio.
- La luz natural favorece la productividad: se recomienda un despacho con orientación norte para disponer de luz equilibrada y sin reflejos todo el año.
- Personalizar tu ‘despacho’: dar un toque propio es imprescindible para que nos sintamos más cómodos y con ganas de trabajar. Esto se consigue eligiendo una silla ergonómica, añadiendo plantas de interior y flores, instalando un tablón de inspiración, o detalles personales, como fotos familiares o recuerdos de viajes.